Los perros labradores, o simplemente “labradores”, son una raza canina muy querida y popular. En nuestro Núcleo zoológico son muy buscados ya que son considerados una de las mejores razas para el núcleo familiar. Son conocidos por su naturaleza amigable y su pelaje denso y brillante. Originarios de Terranova, Canadá, los labradores se han convertido en una de las razas de perros más populares en todo el mundo debido a su versatilidad y temperamento apacible
Historia sobre los labradores
Se dice que el labrador retriever es originario de Terranova, Canadá. De un pequeño pueblo donde los pescadores utilizaban perros que parecían labradores para recobrar los peces. Se llamaban perros de San Juan y se zambullían en el agua helada para recobrar peces, líneas y redes. No sorprende, porque tenían patas fuertes y un pelaje resistente al agua, al igual que hoy. Los perros fueron introducidos en el puerto pesquero de Poole, en Dorset, a principios del siglo XIX. Los ingleses quedaron impresionados por las habilidades de esta raza y criaron a los perros tal y como los conocemos hoy. El Labrador Retriever Club se fundó en 1916 y poco después se estableció el estándar de la raza.
Su habilidad para recuperar objetos del agua y su energía incansable los convirtieron en compañeros esenciales en el trabajo diario. Con el tiempo, estos perros se cruzaron con razas como el perro de agua de San Juan, lo que contribuyó a su apariencia y temperamento únicos.
Características físicas
Los labradores son perros de tamaño mediano a grande, con una estructura musculosa y una cabeza expresiva. Pueden llegar a pesar entre 25 y 36 kg dependiendo un poco si es macho o hembra. Respecto altura a la cruz pueden llegar a medir entre 55 y 58cm. Sus ojos marrones o avellana reflejan su inteligencia y curiosidad. Un pelaje corto y denso les protege en diversas condiciones climáticas. Los colores más comunes son el negro, el amarillo y el chocolate. La esperanza de vida de esta raza está entre 10-14 años.
Personalidad de los labradores
La amabilidad es una característica fundamental de los labradores. Son perros sociales, cariñosos y dispuestos a complacer a sus dueños. Su naturaleza juguetona los convierte en compañeros ideales para familias activas y hogares con niños. También se destacan por su paciencia, lo que los convierte en excelentes compañeros para personas mayores.